CAOS Y VEHÍCULOS PESADOS EN LA CIUDAD:Horarios de tránsito restringidos o nuevas rutas ¿Cuál es la solución?
Diciembre 13, 2019 | Cargo Transport
Hace unos días, hablaba con un amigo extranjero y entre los muchos temas de la conversación, me hizo una pregunta que me sigue inquietando: ¿Cuál es la hora pico en tu ciudad? En ese momento dije que: eran las primeras horas del día, porque muchas personas se trasladan a sus trabajos, centros de estudios, etc. Y lo mismo a partir de seis de la tarde, cuando estos regresan a sus hogares. Días después, iba en el auto, alrededor de dos de la tarde, y me vi envuelta en un tráfico interminable, rodeada de camiones con containers y similares. La semana siguiente, tomé el transporte público, 10:00 a.m., y otra vez me quedé en el tráfico. No sé ustedes, pero hace unos años, yo tenía la habilidad de predecir qué días y horarios eran aquellos con más tráfico, actualmente hacer eso me es imposible.
Para muchos, las calles y avenidas limeñas no están preparadas para el actual nivel de vehículos menores y pesados circulando, punto de vista que comparto. Hace unos años, ya había personas que tenían una apreciación similar, es por ello que en el año 2013 se presentó el proyecto de Ley N° 3047/2013-CR, este pretendía “prohibir la circulación de los vehículos, cargados o no, de más de 12 toneladas de masa máxima autorizada, entre las 6 am y las 11 pm de los días laborables y, en el caso de los días festivos, las 24 horas dentro del área de Lima Metropolitana y Callao”. Para efectos prácticos, ni en aquel entonces ni en la actualidad sería una alternativa viable, la razón muy simple, la medida paralizaría la actividad comercial en el país, la logística local y las operaciones en el Puerto del Callao. Y aunque, algunos crean que sólo afecta a empresas del rubro, también nos afecta a los ciudadanos de a pie pues podría haber desabastecimiento de alimentos, medicina, combustible, etc. Y si el bien es escaso, su precio final aumenta.
A ello, sumar que, para aquellos que piensen que “hecha la ley hecha la trampa” sería una alternativa transportar sus cargas en vehículos menores, aunque demandase más flotas y un consecuente mayor tráfico en la ciudad. En suma, a pesar que el tema de restricción de horarios de tránsito es aparentemente la solución, lo cierto es que se generaría un problema aún mayor.
Por otro lado, hay quienes proponen la construcción de nuevas rutas para el tránsito de vehículos menores y pesados, entiéndase que por nuevas rutas no implica la construcción de más bypass y túneles, parece una apreciación negativa, pero la verdad es que, sin los incentivos necesarios para un eficiente uso del transporte público y una educación vehicular óptima, con el pasar del tiempo estos también complicarán el tráfico en la ciudad. Especialmente, en estos tiempos en los cuales somos usuarios de aplicativos que nos señalan la misma ruta con menos tráfico, a todos nosotros; y si todos hacemos caso a ello, al final ¿esta no termina también estando en tráfico pesado?
Generar nuevas rutas, sí es una solución; pero va más allá de construcción física de pistas. Esta alternativa debe tener como premisa básica, que no podemos prohibir el tránsito de camiones frente a carros particulares, porque estos son el medio básico de un sistema de transporte eficiente en un país cuya ciudad capital se mueve a partir del comercio. Por el contrario, mejor optimicemos el sistema actual de transporte público y sus estaciones en avenidas principales y medianas, para que el ciudadano de a pie opte por transportarse en este y como consecuencia, al menos, habría unos cuantos autos menos en la Javier Prado. Qué tal si también los estacionamientos en las calles más transitadas se restringen y se determinan horarios y tarifas habría más espacio para el tránsito de vehículos y en su lugar construir ciclo vías; lo cual generaría un incentivo para dejar el auto en casa y contribuir con una vida más sana. Así mismo, reducir la presencia de policías de tránsito en los semáforos, especialmente si estos están en perfecto funcionamiento. Particularmente siento menos estrés viendo los numeritos rojos en el semáforo porque sé que en algún momento estos serán verdes. Caso contrario cuando no sé en qué momento el señor o señora policía me dejarán avanzar. Aunque sea un poco confuso, el estrés en los conductores ocasiona las artísticas maniobras de algunos para seguir su camino e infringir las normas de tránsito y empeoran la situación en nuestras calles.
Generar nuevas rutas debe tener como premisa básica, que no podemos prohibir el tránsito de camiones frente a carros particulares, porque estos son el medio básico de un sistema de transporte eficiente en un país .
Finalmente, en el caso de vehículos pesados, como aquellos que deben entrar y salir del puerto del Callao o trasladar mercancías desde y hacia provincia, para evitar que estos entren a la zona urbana, en el 2015 ejecutivos de la CCL sugirieron mejorar el estado de la Panamericana Norte, y por qué no la Panamericana sur y demás similares, con carriles que sean de uso único de camiones y tal vez, sí restringir que estos circulen en horarios punta y que no sobrepasen las tres horas. Creo que son medidas que deberían pensarse y cambiar la idea de que los vehículos pesados en la ciudad son los grandes responsables del caótico tráfico limeño. Una vez más, hacer énfasis que las alternativas de solución no deben ser del momento, sino analizar los efectos futuros. Tal vez, las pistas limeñas no estaban preparadas para el tráfico de hoy en día, pero ello no implica que no se pueda dar una solución conveniente.