LOS DESAFÍOS DE LA LOGÍSTICA EN TIEMPOS DEL CORONAVIRUS
Marzo 24, 2020 | Cargo Transport
El brote de coronavirus (COVID-19), ya considerado pandemia, ha provocado que hoy en día las calles del país y en gran parte del mundo estén vacías. Las personas se ven obligadas a cumplir con fuertes restricciones de movilización y, también, millones de empresas no pueden retomar sus actividades. Como toda crisis, supone una serie de desafíos para todos; es por ello que, en el artículo de hoy, mencionaremos algunos de los desafíos de la logística en tiempos del coronavirus.
En el campo operativo, el primer desafío a enfrentar es la posibilidad de que la cadena de suministro a nivel mundial se vea afectada. Ello pasaría, por ejemplo, si los proveedores de materia prima necesaria para la fabricación de equipos o insumos no pudieran reiniciar sus operaciones. Las empresas cuya producción depende de ellos tendrían que enfrentar el desabastecimiento y, en consecuencia, presentar inconvenientes para cumplir con los requerimientos de sus clientes. Ante esa situación, un desafío adicional es encontrar, dentro del mercado local o del extranjero, proveedores para completar la cantidad de materia prima que las empresas requieren para cumplir con su nivel de producción.
Otro reto consiste en afrontar un inminente desabastecimiento de suministros para vehículos, como neumáticos, baterías, lubricantes e incluso seguros, dado que no se trata de productos de primera necesidad durante una emergencia sanitaria como la actual. Por otro lado, en el caso de insumos importados y/o exportados las restricciones en almacenes —como el número de personal reducido para procesos de carga y descarga o trámites documentarios— hacen peligrar el flujo habitual de la cadena logística.
También, con respecto a operaciones de distribución y transporte, existe el riesgo de saqueos a unidades. Aunque se trata de un problema constante en el sector, hoy en día se haría más complicado acudir a auxiliar a los conductores o realizar las investigaciones correspondientes.
Asimismo, ante la propagación del coronavirus, existe el riesgo latente de una disminución de la mano de obra disponible, sea por contagio o porque se han visto en la necesidad de reducir la cantidad de personal activo, convirtiéndose en un desafío garantizar el cuidado de la salud de los trabajadores que continúan
laborando, al mismo tiempo que se procura cumplir con lo indicado por cada Gobierno.
Lo que supone que los agentes que intervienen en operaciones logísticas gestionen la situación, su personal y recursos para seguir respondiendo a los requerimientos bajo condiciones que demandan rapidez y flexibilidad.
Por otro lado, en el plano estratégico se hace necesario que empresarios y líderes gubernamentales actúen de forma proactiva para encontrar las mejores soluciones en aras de reactivar la producción y el comercio. Además de trabajar en planificar las necesidades de personal, materia prima, mano de obra y transporte que se requerirán una vez pasada esta crisis, ya que es muy probable que se incremente la demanda de muchos productos.
Finalmente, a nivel país, las consecuencias del coronavirus —más allá de generar situaciones desafiantes para el sistema logístico— es una oportunidad para evaluar la capacidad de respuesta de empresas privadas y estatales, así como de plantear la necesidad de tomar esta experiencia como referente para elaborar planes de
contingencia y prevención. Por último, es la ocasión de invertir esfuerzos en mejorar la infraestructura logística y el sistema de salud nacional.